Los
misioneros javerianos van a abrir una nueva comunidad en Marruecos, con el
permiso del “coronavirus”, cuando él quiera que las fronteras se abran. Pero
ellos ya se están organizando. Los miembros de la comunidad ya están dispuestos
a hacer las maletas, y por casualidades de la vida se han podido encontrar en
México, a miles de kilómetros del destino final que les espera en Marruecos.
François
es chadiano y ha terminado los estudios de teología en México. Juan Antonio fue
el provincial de los misioneros javerianos en México hasta diciembre del año pasado y Rolando, mejicano, pero que trabaja en el SCAM en España, está de
vacaciones por allí. Además, han podido celebrar la Eucaristía en la Basílica
de Guadalupe. Estuvieron acompañados por el director nacional de OMP México,
Antonio de Jesús Mascorro Tristán, misionero de Guadalupe que estuvo en Kenia.
Ante
“la morenita del Tepeyac” Rolando ha tenido un recuerdo especial por todos sus
colaboradores en España, por los miembros del SCAM, y por mucha otra gente de
la animación misionera en España. También ha compartido con nosotros la homilía
que pronunció en esta Eucaristía celebrada el 12 de agosto.
La
alegría de encontrarnos en este lugar es muy grande. El pueblo fiel ha
construido esta Basílica para venerar a María de Guadalupe. En este cerro del
Tepeyac tuvo lugar ese primer encuentro en el lejano 1531, diez años después de
la caída de Tenochtitlan. El corazón de los lugareños sufría, quizás habían
perdido esperanza y además no sabían leer la presencia de Dios en sus vidas y
en medio de ellos.
María
se presentó a un pueblo afligido al que desea consolar, ella la siempre Virgen
María, madre del verdadero Dios por quien se vive, una mujer llena de Dios,
envuelta en Dios y portadora de Dios, trae consuelo, da esperanza, ánima y da
sentido a la vida. Dios nunca olvida a su pueblo.
En
este tiempo en el que vivimos también estamos afligidos por esta pandemia de la
Covid19. Hay mucha soledad en los pacientes de la Covid19, ellos mueren solos
sin la compañía de sus seres queridos. Los familiares se quedan con el dolor de
no despedirse de los suyos. Así lo estamos pasando mal aquí en México y en muchas
otras partes del mundo. Y, sin embargo, Dios viene a nuestro encuentro, nos ama
y busca. El rostro de Jesús se hace presente en mucha gente: el personal
sanitario, los que procuran lo necesario para vivir, los que se hacen
solidarios y en los que su cercanía se dibuja ternura divina en medio de
nuestra fragilidad.
También
nosotros, los misioneros javerianos aquí presentes. Hemos venido con una gracia
inmerecida a orar y descubrir más la ternura divina que se hace presente en
María de Guadalupe. Juan Antonio, François y yo, hemos sido destinados para una
nueva apertura en Marruecos, tierra de Islam. Venimos como hijos, para pedir la
intercesión de María, nuestra madre, la siempre Virgen y madre del verdadero
Dios por quien se vive, para que ella, con esta hermosa advocación de
Guadalupe, nos bendiga y nos consiga la bendición de Dios.
Este
tiempo difícil, es un tiempo en el que el Papa Francisco nos pide navegar en
aguas profundas, dejando las seguridades de la orilla, vamos a Marruecos,
tierra de Islam, y ahí hacer como María, ella cuando visitaba a su prima
Isabel, le llevaba lo más hermoso: a Jesús, que le produjo una inmensa alegría.
También cuando vino a visitar esta tierra ha traído a su hijo, lo más bello.
Nosotros pedimos su bendición para llenarnos de Jesús, enamorarnos de él una
vez más y poder llevar a nuestros hermanos y hermanas en Islam la visita
hermosa del encuentro de fe que lleva a Jesús a los demás.
Como
no lo podemos anunciar de manera explícita, le pedimos nos bendiga para que
nuestras palabras, manos, ojos, preocupaciones prodiguen el amor inmenso de
Jesús, y ellos sientan esta cercanía del Dios con nosotros a través de nuestra
frágil presencia pero cariñosa al estilo de Dios que viene a caminar con su
pueblo para conducirlo a Él mismo.
Que
sepamos ser catalizadores de ese amor infinito de Dios, pues hoy, como se decía
el día de la canonización de los 19 mártires de Argelia el 8 de diciembre de
2018, “la santidad también se recorre haciendo amistad con nuestros hermanos
musulmanes”. María de Guadalupe, bendícenos, bendice este pueblo y misión a la
que nos envía el Padre a través de nuestros superiores. Ruega por todos los que
nos han pedido oración y por nosotros mismos. (homilía del Padre Rolando Ruiz)
María
del Prado Fernández
Misionera
Comboniana