El sábado pasado 5 de Abril 2025 celebramos el 4º Encuentro de los Grupos de Misiones de la Vicaria 8ª en el salón de actos de la parroquia de Stª María Micaela.
Don Ángel, el vicario |
Este 4º encuentro se inició con la oración dirigida por Angelines Torres miembro del grupo de Colmenar Viejo. Con la guitarra acompañaba Edmundo, de la parroquia de San Víctor. La oración estaba inspirada en el texto "nuevo Génesis" de Robert Müller.
Después de la oración, el ponente, Pedro Pablo Tómico, párroco de la
parroquia Nuestra Señora del Encuentro, nos introdujo en el tema: La
esperanza, un don para la misión.
Desde la bula del Papa Francisco que dio paso al jubileo, el padre Pedro Pablo nos condujo por la historia de la esperanza teniendo como punto de partida el Antiguo Testamento y haciendo referencias de vez en cuando en las encíclicas de los Papas para llegar al Nuevo Testamento.
Así apoyándose sobre la encíclica del Papa Benedicto XVI “Spe Salvi facti sumus” Pedro Pablo nos hizo descubrir los cuatro lugares para aprender y ejercitar la esperanza:
1. La oración 2. La acción 3. El sufrimiento 4. El Juicio de Dios (La reparación que restablece el derecho).
P. Pedro Pablo durante su ponencia |
Desde la bula del Papa Francisco que dio paso al jubileo, el padre Pedro Pablo nos condujo por la historia de la esperanza teniendo como punto de partida el Antiguo Testamento y haciendo referencias de vez en cuando en las encíclicas de los Papas para llegar al Nuevo Testamento.
Así apoyándose sobre la encíclica del Papa Benedicto XVI “Spe Salvi facti sumus” Pedro Pablo nos hizo descubrir los cuatro lugares para aprender y ejercitar la esperanza:
1. La oración 2. La acción 3. El sufrimiento 4. El Juicio de Dios (La reparación que restablece el derecho).
Para él, la esperanza está presente en todas las culturas y en todas las épocas. Sin embargo la esperanza cristiana no está puesta en algo sino en ALGUIEN. Cristo es nuestra esperanza.
Los asistentes durante la charla |
Al final ser misionero de la esperanza es “llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir la esperanza. Es mantener la llama de la esperanza, y eso nos provoca porque:
Supone una carrera hacia la meta
Nos hace soñar con una nueva humanidad
Nos hace valientes
Nos hace soñar con una nueva humanidad
Nos hace valientes
El hombre necesita a Dios, de lo contrario se queda sin esperanza. "La Esperanza en la vocación misionera se traduce en un compromiso activo con el Evangelio, la justicia social y el bienestar de todos". Por eso, "la esperanza no defrauda" (Rm 5,5)
Víctor Aziabli
SMA (Sociedad de Misiones Africanas)
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