13 ago 2020

MISIONEROS JAVERIANOS ABIERTOS A LA MISIÓN

Los misioneros javerianos van a abrir una nueva comunidad en Marruecos, con el permiso del “coronavirus”, cuando él quiera que las fronteras se abran. Pero ellos ya se están organizando. Los miembros de la comunidad ya están dispuestos a hacer las maletas, y por casualidades de la vida se han podido encontrar en México, a miles de kilómetros del destino final que les espera en Marruecos.

François es chadiano y ha terminado los estudios de teología en México. Juan Antonio fue el provincial de los misioneros javerianos en México hasta diciembre del año pasado y Rolando, mejicano, pero que trabaja en el SCAM en España, está de vacaciones por allí. Además, han podido celebrar la Eucaristía en la Basílica de Guadalupe. Estuvieron acompañados por el director nacional de OMP México, Antonio de Jesús Mascorro Tristán, misionero de Guadalupe que estuvo en Kenia.

 Ante “la morenita del Tepeyac” Rolando ha tenido un recuerdo especial por todos sus colaboradores en España, por los miembros del SCAM, y por mucha otra gente de la animación misionera en España. También ha compartido con nosotros la homilía que pronunció en esta Eucaristía celebrada el 12 de agosto.

 La alegría de encontrarnos en este lugar es muy grande. El pueblo fiel ha construido esta Basílica para venerar a María de Guadalupe. En este cerro del Tepeyac tuvo lugar ese primer encuentro en el lejano 1531, diez años después de la caída de Tenochtitlan. El corazón de los lugareños sufría, quizás habían perdido esperanza y además no sabían leer la presencia de Dios en sus vidas y en medio de ellos.

 María se presentó a un pueblo afligido al que desea consolar, ella la siempre Virgen María, madre del verdadero Dios por quien se vive, una mujer llena de Dios, envuelta en Dios y portadora de Dios, trae consuelo, da esperanza, ánima y da sentido a la vida. Dios nunca olvida a su pueblo.

En este tiempo en el que vivimos también estamos afligidos por esta pandemia de la Covid19. Hay mucha soledad en los pacientes de la Covid19, ellos mueren solos sin la compañía de sus seres queridos. Los familiares se quedan con el dolor de no despedirse de los suyos. Así lo estamos pasando mal aquí en México y en muchas otras partes del mundo. Y, sin embargo, Dios viene a nuestro encuentro, nos ama y busca. El rostro de Jesús se hace presente en mucha gente: el personal sanitario, los que procuran lo necesario para vivir, los que se hacen solidarios y en los que su cercanía se dibuja ternura divina en medio de nuestra fragilidad.

También nosotros, los misioneros javerianos aquí presentes. Hemos venido con una gracia inmerecida a orar y descubrir más la ternura divina que se hace presente en María de Guadalupe. Juan Antonio, François y yo, hemos sido destinados para una nueva apertura en Marruecos, tierra de Islam. Venimos como hijos, para pedir la intercesión de María, nuestra madre, la siempre Virgen y madre del verdadero Dios por quien se vive, para que ella, con esta hermosa advocación de Guadalupe, nos bendiga y nos consiga la bendición de Dios.

 Este tiempo difícil, es un tiempo en el que el Papa Francisco nos pide navegar en aguas profundas, dejando las seguridades de la orilla, vamos a Marruecos, tierra de Islam, y ahí hacer como María, ella cuando visitaba a su prima Isabel, le llevaba lo más hermoso: a Jesús, que le produjo una inmensa alegría. También cuando vino a visitar esta tierra ha traído a su hijo, lo más bello. Nosotros pedimos su bendición para llenarnos de Jesús, enamorarnos de él una vez más y poder llevar a nuestros hermanos y hermanas en Islam la visita hermosa del encuentro de fe que lleva a Jesús a los demás.

 Como no lo podemos anunciar de manera explícita, le pedimos nos bendiga para que nuestras palabras, manos, ojos, preocupaciones prodiguen el amor inmenso de Jesús, y ellos sientan esta cercanía del Dios con nosotros a través de nuestra frágil presencia pero cariñosa al estilo de Dios que viene a caminar con su pueblo para conducirlo a Él mismo.

 Que sepamos ser catalizadores de ese amor infinito de Dios, pues hoy, como se decía el día de la canonización de los 19 mártires de Argelia el 8 de diciembre de 2018, “la santidad también se recorre haciendo amistad con nuestros hermanos musulmanes”. María de Guadalupe, bendícenos, bendice este pueblo y misión a la que nos envía el Padre a través de nuestros superiores. Ruega por todos los que nos han pedido oración y por nosotros mismos. (homilía del Padre Rolando Ruiz)

 María del Prado Fernández

Misionera Comboniana