Saludos especiales desde Mota del Cuervo,
al terminar la semana misionera; ha sido bastante intensa, pero muy interesante y consoladora; me he sentido muy contento de compartir mis experiencia misionera con niños, jóvenes y mayores, en el Instituto, Colegios, catequesis y las misas diarias y las del domingo.
En la foto aparece uno de los 12 a 15 grupos del Instituto de Mota del Cuervo, que siguieron con interés el testimonio misionero en preparación del DOMUND. Me siento muy contento de haber compartido con ellos mi experiencia misionera en Kenia, y agradezco especialmente a D. Tomás Moreno, profesor de religión, sus desvelos y trabajos de preparación y acompañamiento.
También he podido compartir tiempo del sábado con los ancianos de la Residencia Ntra. Sra. de Manjavacas, con la misa y mi testimonio misionero; todos hemos quedado muy contentos y los ancianos seguían con interés el video
sobre una misa dominical en swahili, como siempre, muy festiva y participada por todos.
La Vigilia de la Luz, el sábado por la noche, ha sido también muy participada y vivida con intensidad, en oración, con adoración y cartas muy apropiadas… Esperamos que el Espíritu realice su trabajo en las personas según sus planes. Un abrazo,
Antonio guirao, mccj.
En la foto aparece uno de los 12 a 15 grupos del Instituto de Mota del Cuervo, que siguieron con interés el testimonio misionero en preparación del DOMUND. Me siento muy contento de haber compartido con ellos mi experiencia misionera en Kenia, y agradezco especialmente a D. Tomás Moreno, profesor de religión, sus desvelos y trabajos de preparación y acompañamiento.
Residencia de los mayores. La Sra. que se encuentra entre Sor Piedad y yo, es la mayor, con 107 años. |
sobre una misa dominical en swahili, como siempre, muy festiva y participada por todos.
La Vigilia de la Luz, el sábado por la noche, ha sido también muy participada y vivida con intensidad, en oración, con adoración y cartas muy apropiadas… Esperamos que el Espíritu realice su trabajo en las personas según sus planes. Un abrazo,
Antonio guirao, mccj.
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