Alguien
definió el mundo actual diciendo: “Nunca se corrió tan deprisa hacia
ninguna parte”. Cuando se pierde el punto de mira y la meta desaparece
en el horizonte, todos los vientos son adversos, como para el navegante
que no ve el faro. No es así en la misión ni puede serlo en la vida de
un cristiano. La meta está clara. El destino es llevar la Buena nueva
de la ternura y del amor de Dios a los hombres; un mensaje de
misericordia que penetra en el interior de quien lo recibe y provoca la
conversión. Destinatarios de esta salida son todas las personas, sin
distinciones: “Todos los pueblos y culturas tienen el derecho a recibir
el mensaje de salvación, que es don de Dios para todos” La principal
característica de la Jornada Mundial de las Misiones es hacer visible la
universalidad de la Iglesia. Los destinatarios más inmediatos
del DOMUND son los mismos cristianos, que descubren el infinito amor de
Dios con la predilección por la oveja perdida y la urgente invitación a
las otras noventa y nueve para que salgan del redil en busca de las que
todavía no conocen al Buen Pastor y andan perdidas por el mundo. Es el
mandato misionero, para hacer partícipes a otros del amor de Dios.
La misión ad gentes tiene como destinatarios principales
a quienes aún no conocen el Evangelio. Se puede afirmar con certeza que
la vitalidad de las comunidades cristianas se puede medir por su
vibración misionera. Amplios son aún los espacios geográficos,
culturales y sociales que están esperando la luz del Evangelio, y por
eso Francisco no duda en afirmar que la misión ad gentes es una
“grande e inmensa obra de misericordia tanto espiritual como material”
El Papa reitera la predilección que vivió Jesús en la tierra: “los
pequeños, los descartados, los oprimidos”. Ya expresó la misma inquietud
con motivo de la Jornada del pasado año: “¿Quiénes son los destinatarios privilegiados del anuncio evangélico?
[…] Los pobres, los pequeños, los enfermos, aquellos que a menudo son
despreciados y olvidados, aquellos que no tienen cómo pagarte. La
evangelización, dirigida preferentemente a ellos, es signo del Reino que
Jesús ha venido a traer” (Mensaje DOMUND 2015). Dios Padre se
dirige también con amor a los más frágiles, porque su grandeza y su
poder se ponen de manifiesto precisamente en su capacidad de
identificarse con ellos.
Os compartimos el testimonio un misionero marista con motivo de la Jornada Mundial del DOMUND:

“
Hace
ahora 9 años Jesús me llamó una vez más. Como cada vez que me llama,
era para ir a una nueva tierra. Una tierra en la que todo estaba por
hacer, no había Maristas en Bangladesh antes de que llegáramos. Era la
primera vez que me veía en una situación así. Nuevo país, nueva lengua,
nuevas costumbres, nueva cultura… todo nuevo. La promesa era que nos
daría una nueva tierra que mana leche y miel, una tierra prometida. Y
empezamos a buscar a Jesús entre los más pobres de esta nueva tierra. ¡Y
a fe mía que lo encontramos! 9 años después, no puedo por menos que
agradecer y agradecer, porque todas mis expectativas han sido no sólo
colmadas sino sobrepasadas. Jesús en forma de pobre, de niño, de joven,
de mendigo, de labrador, de enfermo, de rickshawala, ha salido a mi
encuentro cada día de los 9 años sin faltar a la cita ni un solo día.
Desgraciadamente
yo sí he faltado a la cita muchas veces. Vine a evangelizar y he sido
evangelizado, vine a enseñar y he sido enseñado, vine a ayudar y he sido
ayudado. No puedo por menos que decir, casi gritar, casi con lágrimas
en los ojos, que “su misericordia es eterna”

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Foto 1: Eugenio Sanz es misionero en Bangladesh. Tiene un blog en el que ofrece continuamente su testimonio y sus reflexiones no dejes de leerlo: http://uwavutse.blogspot.com.es/
Foto
2: Los misioneros y misioneras viven siempre entre los más pobres y con
ellos intentan transformar la realidad de injusticia que los rodea
Foto 3: El Papa este año nos vuelve a invitar a ser misioneros: “Cada
cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le
pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la
propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que
necesitan la luz del Evangelio”
Foto 4: Los misioneros españoles son enviados por unas 370 instituciones religiosas. De los 13.000 misioneros, un 54,32% son mujeres y un 45,68% son hombres; presentes en más de 140 países. El continente con más misioneros españoles es América,
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