Para dejar bien claro que no son sólo los “misioneros” sino toda la Iglesia la que está llamada “a salir de su tierra”, cada año, en octubre, celebramos el día del DOMUND (Domingo Mundial de la Misión) en el que se nos invita a cada cristiano a salir de nuestra tierra, de nuestros egoísmos y a tomar conciencia de nuestra responsabilidad misionera.
El lema escogido por las Obras Misionales Pontificias para este año en España es precisamente: “SAL DE TU TIERRA”. Y responde a la llamada del Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones, el 23 de octubre. El Papa comienza su mensaje diciendo: “El Jubileo extraordinario de la Misericordia, que la Iglesia está celebrando este año, ilumina también de modo especial la Jornada Mundial de las Misiones 2016: nos invita a ver la misión “ad gentes” (ad extra) como una grande e inmensa obra de misericordia tanto espiritual como material. En efecto, en esta Jornada Mundial de las Misiones, todos estamos invitados a «salir», como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana. En virtud del mandato misionero, la Iglesia se interesa por los que no conocen el Evangelio, porque quiere que todos se salven y experimenten el amor del Señor. Ella «tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio»… y proclamarla por todo el mundo, hasta que llegue a toda mujer, hombre, anciano, joven y niño.”
El Papa Francisco, en su Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” nº 20-24, nos habla de “una Iglesia en salida”. “La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos, que primorean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan”Vivir “en salida” en los tiempos actuales es fundamental para la convivencia en nuestro mundo, que el Papa llama “la aldea común”. Y eso, no solo para los creyentes, sino para toda persona de buena voluntad que desee contribuir a la Paz en nuestro planeta tierra… Es una contradicción que, en un mundo en vías de globalización, estemos poniendo tantas fronteras… Sí, es una pena que nuestras sociedades se estén encerrando cada vez más en ellas mismas. En el mundo occidental, nos permitimos viajar como turistas al mundo entero, pero no permitimos que los pobres de la tierra, los que huyen de la guerra y de la miseria puedan salir de sus países y llegar a los nuestros: cada día creamos más fronteras y más muros… Y eso, mientras damos lecciones de derechos humanos y de democracia… ¿Cómo podemos vivir insensibles ante el drama de Siria y de tantos países?
(E.G. nº 24)
Aquí, en nuestra España, en nuestros días, a nivel político, también nos hemos encerrado en nuestros partidos, excluyendo a los demás ciudadanos, creyendo que solo nosotros tenemos la verdad y la buena receta para construir una España más justa y más humana. Nos creemos los mejores y los únicos que tienen la verdad. Y así, estamos creando muros y grietas más profundas que las de un seísmo…
¡Que este mes del DOMUND 2016, sea una ocasión para todos nosotros, de construir puentes y no muros!; una ocasión de vivir “en salida”, para aprender de los demás y para llegar a las periferias, donde hay más sufrimiento. Crear puentes en nuestras comunidades, en nuestras familias, en nuestro entorno laboral; que no excluyamos a nadie ni por sus creencias religiosas, ni por sus ideologías políticas ni siquiera por sus opciones en el deporte…
José Morales, mafr
Delegado Provincial de los Misioneros de África en España
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