Acabamos de terminar nuestra Asamblea de formación del mes
de septiembre. Y es que los Institutos Misioneros reunidos en el S.C.A.M. (Servicio Conjunto de Animación Misionera) consideramos de vital importancia este tipo de encuentros para crecer tanto
personal como comunitariamente. La diversidad y multiplicidad de realidades y
culturas que nos unen no es un motivo de desánimo para nosotros, bien al
contrario, nos impulsa a vivir con más coherencia y determinación aquello por
lo que hemos consagrado nuestra vida, la misión.
Hemos reflexionado sobre los desafíos actuales para los
Institutos Misioneros en España. Ciertamente hay desafíos a nivel de
programación, de trabajo, de metodología, etc… pero el desafío más importante
es el que cada uno de nosotros debe vivir en su cotidianidad para ser fiel a la
llamada de Jesús que nos convoca.
Del 19 al 22 de septiembre ha tenido lugar en Madrid el
Congreso Nacional de Misiones que ha congregado a 420 participantes venidos de todas
las diócesis españolas y con algunos participantes representando los diferentes
continentes: África, América Latina y Europa.
Este Congreso quiere dar paso de forma oficial al Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa Francisco para este próximo mes de octubre. El tema para este mes, “Bautizados y enviados. La Iglesia de Cristo en misión en el mundo”, ha sido el detonante para la reflexión y el debate en estos días. La Iglesia es, por su esencia, misionera, y las diferentes ponencias, mesas redondas y comunicaciones de estos días han querido profundizar en esta realidad y en este compromiso de todos los bautizados.
El Congreso finalizó con una Eucaristía presidida por Mons. Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española. El acto de clausura del congreso corrió a cargo de D. José María Calderón, director Nacional de las OMP y Mons. Carlos Osoro, cardenal arzobispo de Madrid.
