
Durante la Eucaristía el vicario D.
Alfonso se dirigió a los niños para que tomaran conciencia de la importancia de
conocer a Jesús y de cómo es importante poder transmitir la alegría que nos da
en la vida ser sus amigos.
Finalizada la Eucaristía hubo un sencillo
gesto de envío de los niños para que “sembraran de estrellas” el camino que
tenían que recorrer de vuelta a sus casas. Una suelta de globos simbolizaba el
deseo de paz y de concordia entre todos los pueblos del mundo. Y así con esos
sentimientos los niños se lanzaron a la calle a desear la paz a quienes
encontrasen en su camino pegándoles una estrella en la ropa.
Mª
del Prado Fernández
Misionera
Comboniana
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