El pasado 12 de
abril el SCAM (Servicio Conjunto de Animación Misionera) de la zona centro tuvo
su encuentro mensual. La particularidad de este mes es que estuvo con nosotros
Monseñor José Cobo, obispo auxiliar de la diócesis de Madrid.
Compartió con
nosotros los retos que, desde su punto de vista, la juventud plantea al trabajo
misionero realizado por el SCAM. Subrayó la necesidad de mirar en positivo a
los jóvenes, con sus dificultades y sus retos propios. De modo particular
señaló la importancia de un acompañamiento personalizado en este caminar de los
jóvenes. La Iglesia del futuro será misionera o no lo será.
Otro aspecto
importante es ayudar a los jóvenes a descubrir como el servicio y la entrega a los
demás son el verdadero camino de la evangelización. Hay una gran expectativa
por realizar experiencias misioneras, pero éstas deben ayudar a la persona a
abrirse a los demás, no a una vivencia intimista de la misión o a una visión
hecha a base de selfies sin un verdadero acercarse con corazón abierto a los
demás.
Hay que saber poner
nombre a la experiencia de Dios que los jóvenes realizan, hacerles caer en la
cuenta de que Dios ya está en ellos.
Hay tres puntos
importantes a tener en cuenta: uno, el testimonio que ofrezcamos debe estar
contextualizado. Dos, tener en cuenta los espacios que podemos crear para
acompañar a los jóvenes, y tres, la necesidad de acompañar los procesos.
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